— ¿Y si aprender fuera volver a tocar la tierra con las manos?

— ¿Y si construir una casa fuera también construir un propósito?

— ¿Y si sembrar un huerto fuera un acto de resistencia amorosa?

— ¿Y si liderar significara cuidar y escuchar?

Estas no son preguntas teóricas.

Son caminos que recorremos, paso a paso, en cada formación.

En Alejandria, aprender es recordar lo esencial.

Y hacerlo en comunidad.